Información para pacientes

La anestesia juega un papel fundamental en todas las cirugías. Aquí, en este espacio, te invitamos cordialmente a leer e informarte sobre la anestesia. Descubrí los diferentes tipos disponibles, los riesgos y beneficios asociados, y qué esperar antes, durante y después de este proceso.

¿Te preocupa la anestesia?

Preguntas Frecuentes

A continuación te respondemos algunas dudas recurrentes

icon preguntas

¿Puedo elegir el
tipo de anestesia?

Sí, con algunas reservas.
Hay intervenciones que se pueden realizar con diferentes tipos de anestesia, pero en otras no existe esa posibilidad de elegir.
Su anestesiólogo, tras estudiar su caso particular, le explicará las opciones que tiene, y las ventajas e inconvenientes de cada una de las, aconsejándole cuál de las técnicas es la más adecuada.

icon preguntas

¿Cómo y cuándo
despertaré?

El tiempo que se tarda en recuperar la conciencia tras la anestesia depende, principalmente, de la duración de la misma y del tipo de agentes anestésicos que se hayan empleado. Ambos factores son, a la vez, variables según el tipo de intervención que se haya practicado. Si a ello añadimos que existen diferencias individuales entre las personas en cuanto a su sensibilidad a la medicación anestésica, es fácil comprender que el tiempo de despertar puede variar entre unos minutos y varias horas.

icon preguntas

¿Cuáles son
los riesgos?

Todas las intervenciones quirúrgicas y todas las anestesias conllevan algún tipo de riesgo, el cual es muy variable dependiendo, sobre todo, del tipo de intervención y del estado físico previo del paciente. De todas formas, las complicaciones serias e incluso la muerte son excepcionales.
Pregunte a su anestesiólogo sobre las complicaciones particulares que pueden asociarse con su intervención.

icon preguntas

¿Puedo elegir el
tipo de anestesia?

Sí, con algunas reservas.
Hay intervenciones que se pueden realizar con diferentes tipos de anestesia, pero en otras no existe esa posibilidad de elegir.
Su anestesiólogo, tras estudiar su caso particular, le explicará las opciones que tiene, y las ventajas e inconvenientes de cada una de las, aconsejándole cuál de las técnicas es la más adecuada.

icon preguntas

¿Cómo y cuándo
despertaré?

El tiempo que se tarda en recuperar la conciencia tras la anestesia depende, principalmente, de la duración de la misma y del tipo de agentes anestésicos que se hayan empleado. Ambos factores son, a la vez, variables según el tipo de intervención que se haya practicado. Si a ello añadimos que existen diferencias individuales entre las personas en cuanto a su sensibilidad a la medicación anestésica, es fácil comprender que el tiempo de despertar puede variar entre unos minutos y varias horas.

icon preguntas

¿Cuáles son
los riesgos?

Todas las intervenciones quirúrgicas y todas las anestesias conllevan algún tipo de riesgo, el cual es muy variable dependiendo, sobre todo, del tipo de intervención y del estado físico previo del paciente. De todas formas, las complicaciones serias e incluso la muerte son excepcionales.
Pregunte a su anestesiólogo sobre las complicaciones particulares que pueden asociarse con su intervención.

Una gran cantidad de pacientes se internan el mismo día de la cirugía, incluso en los casos en los que se harán procedimientos de alta complejidad. Pero serán, en definitiva, la condición médica, las posibilidades del paciente, la política de la institución y las preferencias del equipo médico tratante, los factores que definirán cuánto tiempo antes de la cirugía deberá ser internado.

Una vez que usted ha quedado inconsciente, el anestesiólogo comienza realmente con la parte más delicada de su trabajo, que consistirá en controlar sus constantes vitales y tratar cualquier alteración que se produzca en su estado físico durante la intervención. Basándose en sus propios conocimientos y experiencia, se servirá de sofisticados sistemas de monitoreo electrónico y le administrará una serie de medicaciones, algunas necesarias para mantener su estado de inconsciencia durante el tiempo que dure la cirugía, y otras para regular el funcionamiento de sus órganos vitales principalmente el ritmo cardíaco, la tensión arterial, la respiración y las funciones renal y cerebral. De esta forma, el anestesiólogo tratará cualquier problema médico que se presente durante la intervención. Una vez concluida la misma, se retira la medicación anestésica y se revierten sus efectos. Durante la fase de recuperación o despertar, el anestesiólogo iniciará el tratamiento necesario para atenuar el dolor y las molestias del postoperatorio.

En la mayoría de las anestesias realizadas diariamente en el mundo no se observan complicaciones debidas a reacciones alérgicas a la anestesia. Por lo tanto, si bien existen, es excepcional la necesidad de realizar tests para detectarlas. Además, el anestesiólogo siempre testea la reacción de cada droga sobre su organismo, usando dosis bajas inicialmente y observando sus reacciones a la misma. Si tiene antecedentes de reacciones alérgicas, es importante que se lo comunique a su anestesiólogo.

La anestesia altera sus reflejos normales, de forma que algunas defensas de su organismo dejarán de funcionar. Por ello es necesario que su estómago esté vacío (esto implica no comer ni beber) para evitar que restos de alimentos puedan volver a la boca y entrar en las vías respiratorias. El anestesiólogo le indicará cuánto tiempo debe guardar el ayuno y qué es lo que puede tomar -por ejemplo, alguna medicación con un sorbo de agua-. Por su propia seguridad, es muy importante que siga estas instrucciones cuidadosamente, pues de otro modo podría ser preciso posponer la intervención.

Si, siempre y cuando la menstruación sea normal. Si no es así consulte a su médico de cabecera; él sabrá si es necesario hacer una interconsulta con el ginecólogo.

Sí. Existen patologías cuya única solución es la cirugía y que no pueden esperar todo un embarazo. En el caso de que la cirugía se realice, su anestesiólogo decidirá qué tipo de técnica anestésica usará y qué drogas omitirá, siempre pensando en su salud y la de su bebé.

Una gran cantidad de pacientes se internan el mismo día de la cirugía, incluso en los casos en los que se harán procedimientos de alta complejidad. Pero serán, en definitiva, la condición médica, las posibilidades del paciente, la política de la institución y las preferencias del equipo médico tratante, los factores que definirán cuánto tiempo antes de la cirugía deberá ser internado.

Una vez que usted ha quedado inconsciente, el anestesiólogo comienza realmente con la parte más delicada de su trabajo, que consistirá en controlar sus constantes vitales y tratar cualquier alteración que se produzca en su estado físico durante la intervención. Basándose en sus propios conocimientos y experiencia, se servirá de sofisticados sistemas de monitoreo electrónico y le administrará una serie de medicaciones, algunas necesarias para mantener su estado de inconsciencia durante el tiempo que dure la cirugía, y otras para regular el funcionamiento de sus órganos vitales principalmente el ritmo cardíaco, la tensión arterial, la respiración y las funciones renal y cerebral. De esta forma, el anestesiólogo tratará cualquier problema médico que se presente durante la intervención. Una vez concluida la misma, se retira la medicación anestésica y se revierten sus efectos. Durante la fase de recuperación o despertar, el anestesiólogo iniciará el tratamiento necesario para atenuar el dolor y las molestias del postoperatorio.

En la mayoría de las anestesias realizadas diariamente en el mundo no se observan complicaciones debidas a reacciones alérgicas a la anestesia. Por lo tanto, si bien existen, es excepcional la necesidad de realizar tests para detectarlas. Además, el anestesiólogo siempre testea la reacción de cada droga sobre su organismo, usando dosis bajas inicialmente y observando sus reacciones a la misma. Si tiene antecedentes de reacciones alérgicas, es importante que se lo comunique a su anestesiólogo.

La anestesia altera sus reflejos normales, de forma que algunas defensas de su organismo dejarán de funcionar. Por ello es necesario que su estómago esté vacío (esto implica no comer ni beber) para evitar que restos de alimentos puedan volver a la boca y entrar en las vías respiratorias. El anestesiólogo le indicará cuánto tiempo debe guardar el ayuno y qué es lo que puede tomar -por ejemplo, alguna medicación con un sorbo de agua-. Por su propia seguridad, es muy importante que siga estas instrucciones cuidadosamente, pues de otro modo podría ser preciso posponer la intervención.

Si, siempre y cuando la menstruación sea normal. Si no es así consulte a su médico de cabecera; él sabrá si es necesario hacer una interconsulta con el ginecólogo.

Sí. Existen patologías cuya única solución es la cirugía y que no pueden esperar todo un embarazo. En el caso de que la cirugía se realice, su anestesiólogo decidirá qué tipo de técnica anestésica usará y qué drogas omitirá, siempre pensando en su salud y la de su bebé.

Es importante que tenga escrito todos los medicamentos (aún la aspirina) que Ud. ingiere con día y hora en que los recibe. Su médico tratante, cirujano o anestesiólogo le dirá cuáles ingerir y cuáles, si fuera el caso, deberá suspender.

El consumo de alcohol y tabaco afecta a su organismo igual o más que cualquier medicación que tome. Los efectos sobre su hígado, corazón y pulmones pueden hacer que la medicación anestésica le afecte de forma diferente. Esto es también válido -y en mayor medida- para otras drogas como la heroína, cocaína, anfetaminas, etc. Es comprensible que algunas personas se muestren reticentes a comentar estos temas, pero deben ser conscientes de que ponen en peligro su propia seguridad. Además, el anestesiólogo usará esta información sólo para cuidar de usted.

La medicación anestésica previa es una forma de disminuir la ansiedad, y no todos los pacientes la necesitan. De ser administrada puede comenzar el día previo o el mismo día de la cirugía, cuando el paciente ingresa al quirófano.

Una vez que le hayan sido colocados todos los monitores, el anestesiólogo se ubicará en la cabecera de la mesa de operaciones; desde allí podrá vigilar todos los monitores y atenderlo. La mayoría de las veces le acercará una máscara a su boca y nariz y le pedirá que respire tranquilamente. Ud. estará respirando oxígeno.
Es probable que, antes de que empiece la anestesia, experimente sueño, sedación, algún mareo o calor. Esto es producto de la medicación anestésica previa que le va a ir administrando su anestesiólogo con el objeto de hacerlo sentir mejor, más tranquilo. Es importante que cualquier molestia que tenga la comunique. Posteriormente su anestesiólogo lo “dormirá”. Esta etapa se llama inducción anestésica, el paciente pasa de estar despierto a estar dormido, es un proceso rápido y no es doloroso.
Las dos formas más usadas para inducir una anestesia general son: por vía endovenosa (inyectando una droga en el suero que previamente se le colocó) o inhalando gases anestésicos que son administrados a través de la máscara que ya nombramos. La elección de la técnica depende de muchos factores. En todo caso su anestesiólogo le explicará cuál es la mejor en su caso.

El despertar puede ocurrir en diversos sitios. Lo más común es que ocurra en el mismo quirófano – con su anestesiólogo – o en una sala de vigilancia especial – Sala de Recuperación -, atendido por un equipo de enfermería especializado bajo la supervisión de otro anestesiólogo. Pero existen otras áreas como terapia intensiva, unidad coronaria, etc. Lo importante es saber que no importa el sitio donde usted despierte, sino que éste estará debidamente vigilado y equipado para que el despertar de la anestesia sea seguro y adecuado.

El postoperatorio comienza en el quirófano, de modo que la primera función post operatoria del anestesiólogo es la de asegurarse que el pasaje del intraoperatorio al post operatorio sea seguro, adecuado y confortable. Toda esta transición y aún el cuidado del paciente en algunas de las áreas mencionadas anteriormente, estará a cargo del anestesiólogo.
Si usted se va a operar, lea y analice detenidamente lo explicado para que, en la consulta preanestésica que desarrollará con un anestesiólogo, pueda profundizar los aspectos de la anestesia que lo inquieten y aclarar cualquier duda al respecto. No dude en preguntar; es importante que  ingrese al quirófano lo más confiado y tranquilo posible.

Es importante que tenga escrito todos los medicamentos (aún la aspirina) que Ud. ingiere con día y hora en que los recibe. Su médico tratante, cirujano o anestesiólogo le dirá cuáles ingerir y cuáles, si fuera el caso, deberá suspender.

El consumo de alcohol y tabaco afecta a su organismo igual o más que cualquier medicación que tome. Los efectos sobre su hígado, corazón y pulmones pueden hacer que la medicación anestésica le afecte de forma diferente. Esto es también válido -y en mayor medida- para otras drogas como la heroína, cocaína, anfetaminas, etc. Es comprensible que algunas personas se muestren reticentes a comentar estos temas, pero deben ser conscientes de que ponen en peligro su propia seguridad. Además, el anestesiólogo usará esta información sólo para cuidar de usted.

La medicación anestésica previa es una forma de disminuir la ansiedad, y no todos los pacientes la necesitan. De ser administrada puede comenzar el día previo o el mismo día de la cirugía, cuando el paciente ingresa al quirófano.

Una vez que le hayan sido colocados todos los monitores, el anestesiólogo se ubicará en la cabecera de la mesa de operaciones; desde allí podrá vigilar todos los monitores y atenderlo. La mayoría de las veces le acercará una máscara a su boca y nariz y le pedirá que respire tranquilamente. Ud. estará respirando oxígeno.
Es probable que, antes de que empiece la anestesia, experimente sueño, sedación, algún mareo o calor. Esto es producto de la medicación anestésica previa que le va a ir administrando su anestesiólogo con el objeto de hacerlo sentir mejor, más tranquilo. Es importante que cualquier molestia que tenga la comunique. Posteriormente su anestesiólogo lo “dormirá”. Esta etapa se llama inducción anestésica, el paciente pasa de estar despierto a estar dormido, es un proceso rápido y no es doloroso.
Las dos formas más usadas para inducir una anestesia general son: por vía endovenosa (inyectando una droga en el suero que previamente se le colocó) o inhalando gases anestésicos que son administrados a través de la máscara que ya nombramos. La elección de la técnica depende de muchos factores. En todo caso su anestesiólogo le explicará cuál es la mejor en su caso.

El despertar puede ocurrir en diversos sitios. Lo más común es que ocurra en el mismo quirófano – con su anestesiólogo – o en una sala de vigilancia especial – Sala de Recuperación -, atendido por un equipo de enfermería especializado bajo la supervisión de otro anestesiólogo. Pero existen otras áreas como terapia intensiva, unidad coronaria, etc. Lo importante es saber que no importa el sitio donde usted despierte, sino que éste estará debidamente vigilado y equipado para que el despertar de la anestesia sea seguro y adecuado.

El postoperatorio comienza en el quirófano, de modo que la primera función post operatoria del anestesiólogo es la de asegurarse que el pasaje del intraoperatorio al post operatorio sea seguro, adecuado y confortable. Toda esta transición y aún el cuidado del paciente en algunas de las áreas mencionadas anteriormente, estará a cargo del anestesiólogo.
Si usted se va a operar, lea y analice detenidamente lo explicado para que, en la consulta preanestésica que desarrollará con un anestesiólogo, pueda profundizar los aspectos de la anestesia que lo inquieten y aclarar cualquier duda al respecto. No dude en preguntar; es importante que  ingrese al quirófano lo más confiado y tranquilo posible.

Descargue su Consentimiento Médico antes de ir a quirófano

Para dudas y/o consultas

Contactate conmigo

This site is registered on wpml.org as a development site. Switch to a production site key to remove this banner.